El Bulli: El día que comprendí lo que era la alquimia (en buen sentido)

Sí. El de la Foto es Juan Mari Arzak, no Ferran Adrià, pero fue hecha en el Bulli. Ya vereis la razón...

Por falta de tiempo, no pude en su momento efectuar la correspondiente entrada sobre mi incursión al Restaurant EL BULLI de Ferran Adriá situado en una pequeña cala, llamada Cala Monlloy, de la población de Roses (Girona).

Ahora, aprovechando que el el restaurant EL BULLI cierra sus puertas por un periodo minimo de dos años, os cuento mis sensaciones en aquel lugar, hace unas pocas semanas. No está claro, en qué se convertirá EL BULLI cuando vuelva a abrir sus puertas, tras la firma de contrato de patrocinio con TELEFONICA. Es una incognita.

Vayamos al inicio de nuestra historia. Debo decir, que desde hace muchos años, cada principio de año, un servidor realizaba el mismo ritual: Enviaba un email al restaurant EL BULLI para pedir cenar o comer un día cualquiera sin ni siquiera especificar un día en concreto,  durante el año que se entraba, y unos días después de enviar ese email, regularmente cada año, recibia un email de respuesta del BULLI donde muy amablemente me decían que "lo sentían mucho, pero que estaban completos para todo aquel año" . La entrada del año 2010, no fue una excepción y como hacía habitualmente envié ese email, y como no podía ser de otra forma , recibí la correspondiente respuesta  de "lo sentimos mucho, bla, bla...".

Era tan dificil encontrar sitio en el BULLI por este sistema, porque sólo el 33 % de las mesas estaban reservadas para el público general "novato", ya que un 33 % estaba reservado para profesionales de la gastronomia y el otro 33 % estaba reservado para gente ya hubiera estado alguna vez en el restaurante, o sea, "repetidores". Hasta hace unas semanas no entendí la razón de que un tercio de las mesas estuviesen reservadas a "repetidores", y es que que los platos y la carta en general , van evolucionando. Si no se han probado antes es posible que no se sepa aprecair esa evolución, embriagado por el cúmulo de sensaciones que sientes y que no puedes comparar con ninguna referencia conocida.

En este 2010 ocurrió algo con lo que yo no contaba. Una de las agraciadas con una mesa en EL BULLI tras enviar el correspondiente email era mi hermana, mi cuñado y una pareja de colegas. Fue cuando con la cabezoneria que nos caracteriza a la familia, empezó a enviar emails (muchos durante el 2010) al BULLI diciendo que si no podían poner una silla más, que si su hermano cumplia 40 años, que si su hermano iba a ser papa, que si su hermano es muy majo, que si.... ¡¡¡Pesada, más que Pesada!!! fue la respuesta del Bulli, eso sí, dicho en otras palabras, más de más correción política. Al principio la respuesta era un rotundo"NO", luego la respuesta evolucionó a  "vuelve a intentarlo de aqui unos meses", luego  se convertió "lo estamos mirando, pero es dificil y no prometemos nada" , luego la respuesta tomaba forma de "estamos en ello y seguimos sin prometer nada", luego se acercó a  "igual podríamos estudiarlo" y al final fue algo parecido a  "bueeeeenooooo que venga tu hermano también, pero juranos por la nouvelle-cuisine que no nos volveras a escribir más emails, por favor". Once meses de spam, de partido de tenis a través del correo electrónico tuvieron su recompensa. Al final pude ir al BULLI, aunque practicamente de enteré de hoy para mañana.

Debo decir que la experiencia en ese restaurante fue ESPECTACULAR. Ferran Adrià no es que juegue en otra Liga, si no que diría que juega incluso a otro deporte. Su menú consta de 39 platos, que parecen muchos y objetivamente lo son. Cada plato es uná obra de artesiana, donde se estudian todos los detalles, y dónde se subliman no sólo el sentido del gusto, si no se sublima la vista, el olor, el tacto y diria que hasta el oído.

Creo que el número de platos, 39,  no cambia de un mes para otro, pero lo que va cambiando seguro, son los platos en sí,  que van evolucionando. Son platos elaborados con materias y recetas de todas las partes del mundo, y fruto de los equipos de investigación del restaurant, que hacen que hayan alrededor de 100 personas empleadas, para un restaurante para 50 comensales. Contrariamente a la idea preconcebida que yo tenía, no es una comida con mucha utilización de "quimica", pero sí de mucha imaginación y de mucho estudio fuera y dentro de la cocina. Un restaurant donde la innovación es (o era porque ha cerrado) el principio rector de su actuación. Tanto, que por ejemplo, no utilizamos cubiertos hasta casí la mitad de la cena, o por ejemplo, un mes antes o un mes despues de estar nosotros allí, el menú, con sus 39 platos es diferente al que nosotros probamos. ¿cuantos platos diferentes habrán fabricado en el 2010? ¿y en toda la vida del BULLI?

Casualmente, el día que nos tocó estar en el restaurant r tuvimos la suerte (el lujo, más bien) de coincidir con otro monstruo con tres estrellas Michelin: Juan Mari Arzak. Tenía vacaciones, había cerrado su restaurant en Donosti, y se habia ido a ver a su amigo Ferran Adrià. Allí estaban los dos; en una mesa sencilla en medio de la cocina, comiendo y hablando sobre los mismos platos que nosotros estabamos comiendo. Más bién Juan Mari Arzak hablaba y Ferran Adrià escuchaba embobado, como un alumno escucha a su maestro. Lo dicho, un lujo. Además Arzak es un tipo muy cercano, y acabó por allí a las 2 de mañana saludando a los irreductibles que no nos ibamos ni a tiros de allí. Porque tenéis que saber que entramos a cenar a las 7:30 de la tarde (estabamos en la puerta incluso antes de que abriesen) y saliamos a las 3 de mañana.

Seguro que algunos mientras leeis esto, pensais en el precio que pagamos . La verdad es que el precio es prohibitivo (unos 300 euros por persona con los vinos, los chupitos, etc) , pero creo que una vez en la vida me lo podía permitir...por mis 40 añitos, mi proxima paternidad y porque un día es un día y sinceramente creo que me lo merezco. Hay quien se lo gasta en la Play Station, yo me lo gasté en esto. Desgraciadamente hay gente que no se los puede gastar en nada de esto porque no los tiene, lo cuál te hace valorar la capacidad que algunos privilegiados tenemos de darnos un capricho de uvas a brevas.

Como es difcil definir con palabras lo que vivimos hace unas semanas en EL BULLI he preparado un video de unos 3 minutitos donde se resume nuestra estancia allí, y donde sale por ejemplo, plato por plato todo lo que degustamos y disfrutamos. Contrariamente a lo que alguién pueda pensar NO salimos de allí con sensanción de estar llenos ni pesados, sino que salimos en el punto concreto de ni estar lleno ni vacio, lo que popularmente se denomina: ESTAR BIEN.

Ahora que EL BULLI (¿sabéis que se llama así la tipologia de perro que sale en el video, no por el "bullir" de las ollas?) ha cerrado, quién sabe para cuánto tiempo y para convertirse en qué cuando abra, este video es un documento de un cierto valor histórico.