¿de qué trabaja Jay Miller?

Muy poquita gente de la calle sabe quién es Jay Miller ni a qué se dedica.

Es norteamericano de Baltimore. Era un antiguo psicólogo clínico, y que desde hace 25 años se dedica a otra cosa. Tiene 64 años, y quienes le conocen dicen que es algo reservado pero un hombre sencillo, campechano y muy cercano, a quien le encanta disfrutar de la buena mesa y es un gran aficionado al béisbol, al basket de Los Ángeles Lakers y al fútbol americano. Dice cobrar un buen salario por hacer lo que le gusta, “comer y beber”, y con ello afirma tener ya suficiente.

 ¿A qué se dedica el tal Jay Miller? Es catador de vinos y  es el encargado de puntuar los vinos españoles en The Wine Advocate, propiedad del crítico vinícola Robert Parker. Robert y Jay se conocieron hace 25 años catando vinos en la pequeña tienda que regentaba el segundo, Robert Parker dejó su profesión de abogado para dedicarse a su vino, y fundar The Wine Advocate y contrató a su amigo de catas, Jay Miller. Ahora se dedica a puntuar vinos del 0 al 100, apareciendo en su guia unicamente aquellos que tiene una puntuación superior a 85. Dice un gran vino, un caldo con 100 puntos Parker, es aquel capaz de emocionar. Añade que “es aquel que te hace vivir una experiencia, que te hace exclamar ¡guau!”. Dice que es difícil expresarlo en palabras pero lo compara con la pornografía: “cuando estoy delante del porno o de un gran vino sé reconocerlo sin dificultades”. Pese a que los vino que cata acaban teniendo puntos Parker y no Miller, asegura que no le interesa “ni la fama ni el protagonismo”. Prefiere permanecer “tras las bambalinas” y disfrutar haciendo lo que hace. Todas estas frases estan extraidas de su entrevista en La Vanguardia (pues como os podeis imaginar yo a Jay Miller no lo conozco de nada)

Este señor  lleva visitando Catalunya desde el 12 de Enero hasta 23 de Enero, y está generando mucha expectación, porque es la primera vez que catará los vinos catalanes a los cuales  tiene que puntuar en origen . El resultado, según ha anunciado The Wine Advocate, se podrá ver en un especial sobre los vinos de Catalunya. Hace años se extendió una leyenda urbana en la que se aseguraba que los elaboradores de Borgoña esperaban a que Robert Parker les visitara para catar los vinos antes de ponerles precio. Incluso se hablaba de bodegas que retiraban añadas del mercado si el crítico les asignaba una mala puntuación.

El tal Jay Miller, es una máquina y debe tener un aguante a prueba de bombas , ya que en sus 12 días que va durar su estancia en Catalaunya va a probar 1300 vinos y cavas, una media de más de100 vinos diarios,(el sabado, por ejemplo,  probó 150 cavas), de 8 de la mañana a medianoche, sin descansos, visitar bodegas y conocer bodegueros. Sé que una cata no es zamparse la copa de vino entera, como confieso que hago yo mismo en las catas (es más,  confieso haberme llevado de los cursos de cata en los que he participado, las botellas medio vacias de vino sobrante, al grito ¡¡Es una pena que este vino se tire!!, ante la mirada atónita de algún que otro pijoteras de los muchos que pueblan este tipo de cursos). A pesar de que Jay Miller escupa el vino, ¡¡¡más de 100 vinos diarios son muchos vinos!!. Vaya explotación...

Jay  no se permite el aceptar ningún tipo de regalos, ni que se le paguen los hoteles o viajes. Jay tampoco acepta botellas de vino etiquetadas especialmente para él, ni que le inviten a cenar a restaurantes donde haya que pagar.

Por averiguaciones que he realizado, después de las catas no conduce un coche, si no que lo llevan y lo traen ¿os imaginais a Aznar haciendo el trabajo de Jay Miller y diciendo aquello de "a mí nadie me dice cuantas copas me he de tomar antes de coger el coche"?