El titulo de mi escrito no hace referencia al animal cuadrúpedo que todo el mundo conoce, si no a ciertos imbéciles de dos patas que utilizan a otros cuadrúpedos, en este caso a los caballos, para darse vueltas arriba y abajo, por la famosa romería del Rocío. Tampoco hago referencia con ese término, a la gente que acude a ese evento a la que respeto mucho, a pesar de que la costumbre en sí, me parece una absoluta tontería (esto último es un pensamiento personal e intransferible)
El caballo históricamente ha dado status a quién va montado arriba. Por ejemplo, en Nueva York, en la entrada principal del famoso Museo de Historia Natural, hay uno de los monumentos más racistas que se conocen de USA. Allí hay un conjunto escultórico donde aparecen Theodore Roosevelt, un indio y un negro, como muestra de los homo sapiens que poblaban los Estados Unidos. Theodore Roosevelt aparece montado a caballo, mientras que el negro y el indio, van a pie. (¿No podían haber ido todos a pie o todos a caballo?). Otro ejemplo más cercano de lo del caballo, lo encontramos con Franco. A pesar de que la leyenda urbana dice que el Tío Paco era un pésimo jinete, se empeñaba en que sus estatuas (esas que han costado tanto de quitar de nuestros municipios) fueran siempre ecuestres, así ganaba respetabilidad y de paso altura, que de ambas cosas andaba falto.
En el Rocío pasa igual. Ir montado a caballo, como hacían los antiguos (y actuales, ya que ninguno ha dejado de serlo) señoritos andaluces, es una forma de demostrar que se está por encima de los demás, no sólo físicamente (evidente), sino sobretodo socialmente.
Hasta aquí todo lo dicho de los caballos que van al Rocío no pasaría de ser una opinión compartible o no, sobre gustos de nuevos y viejos ricos, para aparentar, como pueda ser el hecho de ponerse una joya o comprarse un coche despampanante.
Lo que realmente me motiva a escribir estas líneas y que me indigna sobremanera es que este año tras año mueren en la romería del Rocío en el camino tirados, una media de veintitantos caballos. Estas muertes silenciadas por los medios de comunicación se repiten cada año como podéis comprobarlo en Google buscando algunas ediciones digitales de algún diario e incluso de alguna página web de jinetes habituales y amigos de los caballos. La escasez de comida y agua, las jornadas agotadoras y la falta de descanso son algunas de las causas que llevan a la muerte de los caballos durante la romería. También lo son los propios desfases de la romería que recaen directamente sobre los equinos con jinetes borrachos y no que controlan (muchos de ellos inexpertos), competiciones a caballo tras jornadas larguísimas de camino, hasta matar a palos a los propios caballos. Dichas causas, NO SON NINGUN INVENTO de ecologistas locos, ya que están certificadas por los miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. (SEPRONA).
Quiero acabar diciéndole a estos imbéciles matacaballos de dos patas, que no hay caballero más malo que el que deja y permite morir de agotamiento a su caballo.
PD: Sé que mis letras ayudarán a dar conocer un tema quizá para mucha gente oculto, que se repite cada año. Lo de ayudar a concienciar , ya es otra cosa, pues confío poco en un país de pandereta donde desde el Ministerio de Cultura se premia con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes al torero José Tomás.
2 comentarios:
..Como tu bien has dicho ,,que mas cabe esperar de este pais de pandereta???!!!!...tierra tragame!!!!...indignacion,,,es la unica palabra que me viene a la mente!!!!!
Andalucía es esa tierra de contrastes. Parte de mi familia es de allí, pero Yo no entiendo ni comparto ciertas costumbres (tradiciones). El Rocio es una fiesta donde se pampanean Los Señoritos, donde corre el alcohol, sexo y las drogas ( Amén de los caballos que mueren). Pero es igual luego se salta una verja y se coge a la Virgen y todo perdonado. Que poder aun tiene la Religión en este pais. Vergonzoso.
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