Mientras yo estaba por las estepas mongolas desconectado del mundo, nos dejó Jose Saramago, escritor (premiado con el Nobel de Literatura), tocayo y "rojeras" confeso como yo. Creia que "Las miserias del mundo están ahí, y sólo hay dos modos de reaccionar ante ellas: o entender que uno no tiene la culpa y por tanto encogerse de hombros y decir que no está en sus manos remediarlo —y esto es cierto—, o bien asumir que, aun cuando no está en nuestras manos resolverlo, hay que comportarnos como si así lo fuera". Con buen criterio aseguraba que habiamos inventado una especie de piel gruesa que nos defiende de esa agresión de la realidad, que nos llevaría a asumirla, a enterarnos de lo que está pasando y a hacer lo que finalmente se espera de un ciudadano, que es la intervención. Toda una declaración, en una epoca en que lo facil es abstenerse socialmente que cualquier cosa que signifique compromiso social. Probablemente el silencio que precede al silencio del mundo está hecho de suspiros.
Su blog ha estado durante estos años, desde el principio de mi actividad bloguera, en la parte derecha de este mismo blog , en la sección de blogs amigos. Hace algun tiempo que ya no lo gestionaba él por temas de salud , sino la Fundación que lleva su nombre, pero sea como sea, siempre nos ha hecho compañia. Decía que "La palabra es lo mejor que se puede encontrar, la tentativa siempre frustrada para expresar eso a lo que, por medio de palabra, llamamos pensamiento"
Sus padres fueron una pareja campesina sin tierras y de escasos recursos económicos. Este origen marcaría profundamente el carácter y la tendencia político-teórica del escritor. El apodo de la familia paterna era Saramago ("Jaramago" en español, nombre de una planta herbácea silvestre de la familia de las crucíferas). El niño debería haberse llamado José Sousa (apellido de su padre) , pero el funcionario del registro civil cometió un "lapsus calami" y lo anotó como José «Saramago», aunque hay quienes dicen que fue una broma del funcionario, conocido de su padre. Durante su mocedad trabaja de muchas cosas y sufre censura y persecución durante los años de la dictadura de Salazar, mientras crece día tras dia su producción literaria. En 1995 , en plena democracia portuguesa, Jose saramago se autoexilia a lanzarote como protesta al veto de su gobierno a la presentación al Premio Literario Europeo del libro "El evangelio según Jesucristo", donde ha residido hasta su muerte.
Supongo que a José Saramago homenajes literarios se le habrán realizado muchisimos (merecidos todos), pero tengo mis dudas que se la haya homenajeado su visión humanista del mundo. "Aceptemos que estamos solos y, a partir de ahí, hagamos el descubrimiento de que estamos acompañados – unos por los otros. Cuando pongamos los ojos en el cielo estrellado, con un furioso anhelo de llegar allí, aunque sea para encontrar lo que no es para nosotros, aunque tengamos que resignarnos a la humilde certeza de que, en muchos casos, una vida no bastará para hacer el viaje – cuando pongamos los ojos en el cielo, repito, no olvidemos que los pies se asientan en la tierra y que sobre esta tierra donde el destino del hombre (ese nudo misterioso que queremos desatar) tiene que cumplirse. Por una simple cuestión de humanidad".
Daba la razón a los escépticos cuando afirmaban que la historia de la humanidad es una interminable sucesión de ocasiones perdidas. "Afortunadamente, gracias a la inagotable generosidad imaginación, vamos supliendo las faltas, rellenando las lagunas de la mejor manera posible, abriendo paso en callejones sin salida y que sin salida continuarán, inventando llaves para abrir puertas huérfanas de cerraduras o que nunca llegaron a tenerlas" y que la violencia y las guerras no eran más que el resultado de la propia construcción social del mundo que estamos haciendo "Resulta mucho más fácil educar a los pueblos para la guerra que para la paz. Para educar en el espíritu bélico basta con apelar a los más bajos instintos. Educar para la paz implica enseñar a reconocer al otro, a escuchar sus argumentos, a entender sus limitaciones, a negociar con él, a llegar a acuerdos. Esa dificultad explica que los pacifistas nunca cuenten con la fuerza suficiente para ganar… las guerras".
Planteaba un concepto de globalización, muy diferente al que se está desarrollando actualmente "Todos los diccionarios juntos no contienen ni la mitad de los términos que necesitaríamos para entendernos unos a otros", donde no basta con conocer las diferecias entre culturas, sino tambien los valores coincidentes entre ellas y concepto del Estado Chulesco contrapuesto a un Estado benefactor o reditribuidor ideal "Siempre se ha hablado de Europa como de un mercado con no sé cuantos millones de consumidores , nadie habla en la Europa de los ciudadanos que necesitan medicinas, pensiones de vejez dignas, asistencia hospitalaria, sistemas educativos modernos. Es dudoso que, en tantos años de construcción europea, nada en la Comunidad apunte en ese sentido. De lo que se habla es de reducir los beneficios sociales. Si se me permite, hemos pasamos del ideal del estado providencia al estado chulo.". La visión de la que deberia ser el Estado, contrapuesta a lo que realmente se ha convertido.
Todos los días tienen su historia, un solo minuto daría para contar durante años, el mínimo gesto, el desbroce minucioso de una palabra, de una sílaba, de un sonido, por no hablar ya de los pensamientos, que es cosa de mucha enjundia pensar en lo que se piensa, o se pensó, o se está pensando, y qué pensamiento es ese que piensa el otro pensamiento, no acabaríamos nunca. Probablemente está hecho de suspiros el silencio que precede al silencio del mundo.
Sólo alguien que no pudo finalizar sus estudios (a pesar de ser buen alumno) porque sus padres ya no pudieron pagarle la escuela y que tuvo que ponerse a trabajar de muy joven para mantener a la familia podría suscribir este parrafo: "Esta palabra esperanza, con mayúscula o sin ella, lo mejor que podemos hacer con ella es tacharla de nuestro vocabulario. Solo los exiliados y los desterrados que se han conformado con el destierro y el exilio la pueden usar, a falta de mejor. Les da consuelo y alivio. Los que no se resignan tienen otra palabra más enérgica: voluntad"
En el fondo, todos tenemos necesidad de decir quiénes somos y qué es lo que estamos haciendo y la necesidad de dejar algo hecho, porque esta vida no es eterna y dejar cosas hechas puede ser una forma de eternidad.
Jose Saramago ya es eterno.
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