Todo el mundo recuerda aquella famosa foto de las Islas Azores que fue el preludio de la guerra inutil y cruel de Irak Aquella en que salian retratados un trio de impresentables, llamados Aznar, Bush y Blair. Menos gente se acuerda de "quien hacia la foto", es decir, de quién hizo de anfitrion de la cita, que era ni más ni menos que José Manuel Durao Barroso, presidente de Portugal, por aquel entonces .Para alegria de los portugueses este portento de ideas "luminosas y geniales" dejó la presidencia de su país (hubiera perdido las elecciones hasta contra el ratón Mickey, si el ratón hubiera sido portugués y dejasen presentarse a los dibujos animados a las elecciones). Añlguien consideró, que tanta masa gris era un delito tenerla desempleada, por lo que a la gente que está en Bruselas abanicandose con el pay-pay no se les ocurrió otra cosa, que nombrar a este personaje como Presidente de la Comisión Europea para desgracia de los europeos (portugueses incluidos).
Una vez más funcionó , el viejo y tan empleado sistema de gestión de la incompetencia en los altos cargos consistente en "la patada hacia arriba", y que tan buenos resultados dió, en otros casos, como el de Joan Clos , que pasó de alcalde a embajador en Turquia. En fin, y volviendo al tema, este individuo pasó de ex-presidente de los portugueses a presidente de todos los europeos.
Como no podía ser de otra forma, desde su nuevo cargo este señor ha tenido todo tipo de ocurriencias, la última de hoy mismo, que es proponer retrasar la edad de jubilación a los 70 años, mientras que la confianza en la deuda pública (contraidas por los estados para salvar el sistema bancario europeo privado) iba haciendo caer una pais tras otro como fichas de dominó.
Estos días en el resto de Europa, salvo España que estaba sumergida en el apasionante debate sobre si Fernando Torres debia jugar de titular en el Mundial (¿quién dijo que España no era diferente?) también se hablado de este personaje, pero otro otro motivo. Todo por una supuesta confidencia de José Manuel Durao Barroso a John Monks, secretario general de la confederaciòn de sindicatos europeos (CES) donde están integrados CCOO y UGT. Según Barroso, “la democracia puede desaparecer en España, Grecia y Portugal" si no se aceptan las medidas de ajuste y nos da por hacer huelgas y protestas contra ellas. Y añadía que “Los países afectados por la crisis en el sur de Europa podrían ser víctimas de golpes militares o levantamientos populares".
Según este tipejo, si no quereis ajuste presupuestario, vendrá el Ejercito. Esa institución que según los anuncios de la TV es como una ONG, que tanto reparte ayuda humanitaria, como ayuda a cruzar los pasos de cebra a los ancianitos, repartiria guantandas para bajarnos el sueldo o los derechos sociales mientras , los bancos y "los de siempre" se forran. Este señor que dice ser muy liberal, aboga porque los mercados terminen por imponer su criterio por las armas, ahora que parece que hemos perdido la costumbre de escuchar ruido de sables para conseguir transiciones en papel couché y democracias de la la señorita Pepis. Tampoco es extraño que piense así, pues muy pocos le votaron para ocupar el puesto que ocupa.
De aquí al día 29 de septiembre, día que hay convocada una Huelga General contra la reforma Laboral, iros acostumbrando a escuchar todo tipo de catastrofes que nos ocurrirán si se nos ocurre hacer huelga o pensar diferente de las recetas anticrisis del Fondo Monetario Internacional o la Union Europea (qué curioso que estos organismos que tanto saben como hemos de salir de la crisis , no llegasen a preveer lo que pasaria con el estallido de la burbuja inmobiliaria...). Se me ocurren varias desgracias , algunas de más tradicionales como si haceis huelga os quedareis calvos o impotentes (tipo leyendas de las cajetillas de tabaco) , o otras más novedosas como que nos invadiran los extraterrestres, o echaran a España de la UEFA y la FIFA o peor...¡¡de Eurovision!!!.
NOTA: A esta gentuza mejor tomarselos en cachondeo, porque si te los tomas en serio, la conclusión seria que realmente hay un problema democrático de gran calado, también, en Europa.
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