domingo, 1 de enero de 2012

Doce deseos indignados para el nuevo año 2012

El 2012 promete ser un año movidito. De esos que pueden suponer una inflexión en la década: si aceptamos los ajustes, estamos condenados a la recesión y al empobrecimiento; si conseguimos dar la vuelta a la tortilla desde abajo, se abrirán nuevos escenarios donde la economía pueda estar al servicio de las personas. Desde Madrilonia queremos compartir nuestros deseos para el nuevo año. ¡No os atragantéis con las uvas! ¡Queda mucho por hacer! ¡Feliz 2012!

1. Deseamos que la reforma laboral se convierta en reforma fiscal; que en vez de bajarnos los sueldos, se grave a las rentas altas y a los flujos financieros

2. Deseamos que en vez de mini-empleos y contratos en prácticas se establezca una renta básica universal como reconocimiento de todas las labores no remuneradas que realizamos y que producen bienestar social.

3. Deseamos que los bienes que hacen posible la vida en común como la educación, la salud, la naturaleza o el conocimiento no dependan de las decisiones de los políticos y no sean explotados para el beneficio privado, sino que estén protegidos por un estatuto jurídico propio que permita formas de gestión democráticas.

4. Deseamos que Internet continúe siendo libre, que su acceso sea gratuito y que no avancen las legislaciones controladoras y censuradoras; para que los ciudadanos podamos saber si llueve o nos están meando.

5. Deseamos que se eliminen la Ley de Extranjería, los Centros de Internamiento y los controles racistas, porque tenemos claro que no sobra nadie y todos aportamos aún más en los momentos difíciles.

6. Deseamos que muchos de los votantes del PP y de CIU (y de los demas) , cuando vean que la cosa no mejora porque el expolio continúa, salgan a la calle a decir que ellos tampoco están dispuestos a pagar su crisis.

7. Deseamos que se detenga la maquinaria de la construcción y se haga un inventario de todas las infraestructuras vacías, mal utilizadas o inútiles para que así se puedan llevar a cabo consultas sobre su destino.

8. Deseamos que se ponga en marcha un plan de alquiler social utilizando las viviendas en manos de la banca para que el acceso a un bien de primera necesidad sea un derecho y no un negocio.

9. Deseamos el fin de los desahucios y que se haga realidad una cosa tan lógica como que las hipotecas se cancelen cuando se entreguen las llaves de la vivienda al banco.

1o. Deseamos que los europeos pongamos fin al chantaje de la deuda soberana y logremos una refundación democrática de Europa.

11. Deseamos que el espíritu de las revoluciones que empezaron en Túnez y Egipto y se extendieron por Europa y EEUU, siga recorriendo el mundo.

12. Deseamos, sin duda, que aquéllos que han provocado la crisis, y se lucran con ella, dejen de estar por encima del 99% de la población.

1 comentario:

Carme dijo...

..y que así sea ...amen!!!...te dejo esta carta...te gustará:

carta de Leire a Javier en Piedras

Enhorabuena por ese novio medico que te has echado, no muy guapo, pero con una nariz grande , aficionado a Mafalda como tu y melómano

Pues a ver cuando me hacéis una visita, tu y tu novio, para que os de el visto bueno...

Lisboa es rara, es una ciudad en la que tengo recuerdos de cosas que no he vivido, pero eso me hace ir despacito, más tranquila, con dos dedos, torpe pero acertando las letras que quiero dar, estoy tranquila por fin; al menos no siento que me muero por dentro, eso es bueno, no?.

Y tengo ganas, pequeñas, pero ganas de empezar otra vez y olvidar que esta y cualquier ciudad esta a veces tan triste como yo y notar que estoy cambiando, aunque solo sea un poco, bueno, si es mucho mejor.

¿Has visto que egoístas nos volvemos cuando estamos solos? Espero que tu novio el médico tenga cura para el egoísmo, ¿tú crees que nos enamoramos solo para no estar solos?.Yo creo que me he enamorando de un chico, bueno de su cogote, me encanta el cogote de un conductor de tranvía que no conozco.

Espero que lo que tengas ahora sea lo que siempre soñaste tener, ¿dónde irán los sueños cuando no los conseguimos?, porque a algún sitio tienen que ir, aunque creo que al final los sueños no son más que una excusa, pero una excusa muy gorda; son la excusa para vivir.

Por eso a veces se convierten también en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos; ¡qué putada!,Javier. Asumir que nunca serás lo que siempre deseaste, ni esperarlo siquiera, ¡joder!. Deseo, deseo, deseo.

Quiero con todas mis fuerzas ser feliz y con eso hacer también un poquito felices a los que me rodean, eso es lo que siempre quise.

¡Ay que bien, que bien Lisboa!, Javier.

Beso