Despidos 2.0.

Si habéis seguido este blog en los últimos meses, sabréis que he comentado el tema del despido de mi compañero telefónico Marcos, aplicandole el articulo 52 b del ET , que dice "faltas de asistencia al trabajo, aún justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20 % de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25 % en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses, siempre que el índice de absentismo total de la plantilla del centro de trabajo supere el 2,5 % en los mismos periodos de tiempo". O sea, que lo echaron por coger bajas médicas intermitentes, justificadas, es decir, que habían pasado el filtro del médico y el filtro de la Mutua de Accidentes o el Servicio Médico que nos controla las bajas en Telefónica.

A raiz de este despido, la indignación entre la plantilla de Telefónica de Barcelona ha sido mayúscula. La prueba de ello es que realizamos una jornada de huelga que fue seguida masivamente (el comentario más oído era "ha parado incluso gente que nunca hace huelga"), y hay previstas dos huelgas más. El despido y su causa también se ha notado en la motivación general de la plantilla. Donde antes había responsabilidad , ahora sólo hay obligación chusquera. No hay nada más nocivo en una empresa a medio y largo plazo que los trabajos que hace una plantilla se basen sólo en la obligación, y no en la responsabilidad, pero parece que es el modelo de productividad que algunos quieren.

Supongo que consecuencia de esta indignación o desmotivación  y tras un analisis en frio del tema, alguíen en la empresa ha llegado a la conclusión de que ha metido la pata, cosa que a priori es positiva. El problema es que a los seres humanos se nos hace muy cuesta arriba reconocer que nos hemos equivocado. Sólo así se explica que la empresa, en los pasillos,  esté dispuesta a reconocer que el despido fue IMPROCEDENTE y a pagar la indemnización como tal, pero NO a la readmisión de Marcos. Hay que ser muy valiente para reconocer una equivocación y poner remedio (la readmisión) , y por desgracia en el tema de Marcos (y en el resto de despidos que ha habido estos días en Telefónica) hay mucho de cobardia.

Esa cobardia que se refleja en un correo electrónico "anonimo" que hemos recibido muchos empleados (huelguistas)  en Barcelona sobre Marcos. Un email, cuyo autor o autores no dudan en incurrir en un delito al violar la Ley de Protección de Datos, violación tipificada como "GRAVE" según el articulo 43g de la propia ley ("g) La vulneración del deber de guardar secreto sobre los datos de carácter personal incorporados a ficheros que contengan datos relativos a la comisión de infracciones administrativas o penales, Hacienda Pública, servicios financieros, prestación de servicios de solvencia patrimonial y crédito, así como aquellos otros ficheros que contengan un conjunto de datos de carácter personal suficientes para obtener una evaluación de la personalidad del individuo. "). Ni más ni menos, el citado email, a parte de airear los datos bancarios de Marcos y los datos económicos en un supuesto documento oficial de  Telefónica (¿alguien puede asegurarme que mis datos bancarios y economicos no están dando vueltas por Internet?) , hace un ingenioso cruce entre las fechas de bajas y los conciertos del grupo Vinodelfin, que es donde toca Marcos y los conciertos de Nena Daconte. Suponemos que han puesto a Nena Daconte como podían haber puesto a Bruce Springsteen , a Luis Aguilé o al Chiquiriquatre, con tal de que todo cuadrase.

Ese mismo email se olvida de que varios de los conciertos que los hace constar, precisamente se tuvieron que suspender o posponer porque Marcos (a pesar de estar de alta) no se encontraba bien. Lo más triste de esta historia es que Marcos, el despedido,  ha tenido que realizar una carta abierta a toda la plantilla explicando su dolencia y la su evolución , que por cierto es la misma que la de Guardiola. Precisamente el brillante entrenador del Bar$a, hubiera sido despedido en Telefónica, todo y sus logros , pues intermitentemente cogía la baja médica y el alta, de la misma forma que echaron a Marcos sin tener en cuenta sus 22 años en la empresa.

Es lo que tienen los despidos 2.0. , que el trabajador siempre es el presunto culpable de que se produzcan. Si la empresa no va bien es culpa del currante, si la empresa mete la pata despidiendote "algo habrás hecho" y si ni así, se convence, pues echamos manos de las nuevas tecnologias. Me parece patético que Marcos haya tenido que explicar (son cosas muy personales) sus dolencias, y el autor o autores del email, que son o presuntos delincuentes (reitero que se ha producido un delito escampando los datos personales de Marcos) o que son presuntos difamadores, nadie los persiga y campen por sus anchas.

Es por eso que los compañeros del centro de trabajo de Marcos quieren acabar con la impunidad de estos miserables, y solicitan a todos los compañeros  ante la propagación de estas acciones difamatorias, les comuniquen el nombre de las personas que vean propalando estos rumores y calumnias. Su email es llacunaenlucha@gmail.com . Además se pide que la  gente  esté dispuesta a declarar, en el caso de que se pueda demandar judicialmente a muchos de estos individuos. Como veís vamos a por todas, siempre legalmente, moralmente y éticamente, que es donde les ganamos por goleada.

Independientemente de lo que hagan los compis de Marcos , Telefónica debería depurar responsabilidades por la fuga de datos personales, tal y como le obliga la Ley (ya que suponemos que no se va a sumar a la demanda por calumnias..., aunque deberia...). Según la ley , la infracciones graves de la Ley de Proteccción de Datos están penadas 60.000 y 300.000 euros de multa,  a parte de ser causa de despido fulminate según la propia Normativa interna de nuestra empresa. Espero que se actue con la mitad de celo que se actuó con Marcos y los responsables acaben de patitas en la calle. Tengo claro, que esta gentuza NO son mis compañeros, simplemente son unos presuntos delincuentes o unos presuntos difamadores. La falta de valores eticos, que ha sido el caldo de cultivo de esta crisis, es mi enemiga

Soy consciente que la readmisión de Marcos nos va costar mucho tiempo, puede que años (hay que estar preparados para ello) , pero es una batalla que no podemos perder, si queremos ganar la guerra, que vendrá dada por los 202 millones de euros que ha presupuestado Telefónica para reducir la plantilla.(según los medios de comunicación).

Voy más allá. Quiero ganar la paz, que en este caso, es no sentir nauseas al ver según qué acciones hacemos los seres humanos, ya sean empresas que tienen miles de millones de euros de beneficio o ya sean miserables que quieren hundir y destruir a una persona vulnerable que acaba de perder su empleo tras 22 años, máxime en el entorno de crisis actual.

Ante la decandencia moral de estos sujetos, los bombarderemos con nuestra belleza moral, nuestra poesia, que como dijo Celaya, es un arma repleta de futuro.

Hoy más que nunca...¡¡¡Marcos somos todas y todos!!! ¡¡Readmisión de los despedidos!!!

PD: Podeis seguir el tema, más en profundidad en http://llacunaenlucha.blogspot.com/