martes, 8 de marzo de 2011

¡¡Alístate en las huestes de Robin Hood!!

La ONG Intermon-Oxfam ha lanzado una campaña mundial a favor de que se instaure "La Tasa Robin Hood", es decir, un impuesto aplicado a las transacciones que realizan las entidades financieras entre sí , que podría generar miles de millones de euros para combatir la pobreza dentro y fuera de Europa, y hacer frente a los efectos adversos del cambio climático.

Se trata de aplicar  un impuesto del 0,05% a las transacciones financieras internacionales. Esta tasa permitiría recaudar 300.000 millones de euros anuales adicionales para combatir la pobreza, aquí y en todo el mundo. Según las estimaciones, un impuesto de alrededor del 0,05% solo en las transacciones financieras podría generar entre 150.000 y 520.000 millones de euros en todo el mundo. Activistas de Francia, Reino Unido, Alemania y otros países sugieren que los ingresos se destinen a:

•Mejorar los servicios publicos y ayudar a los más tocados por la crisis económica actual
•Reducir la pobreza en el mundo
•Ayudar a los países más pobres a adaptarse al cambio climático

En otras palabras, este impuesto podría ayudar a resolver la mayoría de los grandes problemas de nuestro mundo, sin que le cueste nada a los ciudadanos de a pie. Se propone que la comunidad internacional asuma medidas que hagan pagar a los responsables de la crisis. Hay alternativas que no pondrían en peligro el gasto público y que permitirían recaudar dinero suficiente para combatir la pobreza. La Tasa Robin Hood gravaría con sólo un 0,05% las transacciones financieras internacionales, es decir, haría pagar a los especuladores de alto riesgo, que se lucran "jugando" con el capital y que tienen una gran responsabilidad sobre la actual crisis mundial.

Debemos recordar que el volumen de las operaciones financieras representa en la actualidad 70 veces el PIB mundial y alrededor del 80% de las transacciones financieras se centran en operaciones de muy corto plazo y alto riesgo. Se trata principalmente, de operaciones especulativas, que han sido señaladas incluso por el FMI (¡¡¡por el propio FMI, nada sospechoso de antiglobalizador!!!!) como un riesgo para la estabilidad económica global. La Tasa Robin Hood se aplicaría a las operaciones financieras no minoristas (excluyendo las operaciones corrientes): intercambio de acciones, bonos, derivados financieros, operaciones en divisas o de materias primas (commodities), tanto en mercados organizados como en operaciones extrabursátiles (OTC). Como hemos dicho el  80% de estas transacciones son operaciones esencialmente especulativas, intradía (en horas se venden y se compran los mismos activos), realizadas por operadores profesionales y totalmente al margen de transacciones productivas.

Este impuesto ha recibido diferentes nombres según el país, The Robin Hood Tax" en el Reino Unido, "Steuer gegen Armut" o "impuesto contra la pobreza" en Alemania, "Zerozerocinque" en Italia o "Tasa Robin Hood" en España  pero siempre siguiendo la misma idea: Una pequeña tasa que significará poco para las instituciones financieras, pero un gran cambio para el resto del mundo.

En España la aplicación de esta tasa permitiría recaudar hasta 6.300 millones de euros anuales, “para cubrir los costes de la crisis financiera o financiar bienes públicos globales”, según los cálculos realizados por la Fundación Ideas en su informe “Impuestos para frenar la especulación financiera” publicado en mayo de 2010 junto a economistas de la talla del premio Nobel Joseph Stiglitz.

Este impuesto es factible tecnicamente, ya que todos estos movimientos se controlan a través de sistemas informáticos, por lo que técnicamente sólo requiere una programación informática adecuada. Lo que hace falta es un marco de regulación internacional, y ahora es posible ponerlo en marcha, ya que la crisis ha favorecido una tendencia muy fuerte hacia una mayor transparencia y rendición de cuentas en el mundo financiero. Superadas las dificultades técnicas para su puesta en aplicación, la barrera fundamental es la falta de consenso político, la firme voluntad política de hacerlo realidad.

La viabilidad de dicha tasa, parte de los que siempre hemos defendido la tasa Tobin, en este caso, como novedad (da una idea de cómo está el patio en el mundo financiero)  la avalan tanto el FMI como la Comisión Europea que ya han publicado recientemente informes reconociendo la viabilidad y utilidad de la puesta en marcha de este tipo de tasas para financiar el desarrollo, o del Grupo Asesor de Alto Nivel de Naciones Unidas para el Cambio Climático. Incluso en la cumbre del G20, que este año se celebra en Francia en noviembre, la presidencia francesa ha incluido la Tasa entre las prioridades a debatir y varios países han ido dando pasos significativos para promover la “coalition of the willing” (coalición de la voluntad). Así Sarkozy y Angela Merkel, además de Zapatero, han mostrado su voluntad de defenderlo en los foros internacionales. Destacadas voces como Nancy Pelosi (portavoz del Senado de EEUU), el ex presidente de Brasil Lula y más de 350 economistas de prestigio internacional como Stiglitz, Krugman o Sachs, así como George Soros han firmado posiciones públicas a favor.

Esta Tasa Robin Hood es la versión light de la Tasa Tobin, tasa que antes defendiamos muy poquitos (eramos tachados como radicales desestabilizadores) y resulta que Obama, la llevaba en su programa electoral. La Tasa Tobin consiste en pagar un impuesto cada vez que se produce una operación de cambio entre divisas, para frenar el paso de una moneda a otra y para, en palabras de Tobin, "echar arena en los engranajes demasiado bien engrasados" de los mercados monetarios y financieros internacionales. La tasa debía ser baja, en torno al 0,1% (es decir la Tasa Robin Hood es la mitad) , para penalizar solamente las operaciones puramente especulativas de ida y vuelta a muy corto plazo entre monedas, y no a las inversiones.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) concluyó que la tasa Tobin permitiría recaudar 720.000 millones de dólares anuales, distribuibles a partes iguales entre los gobiernos recaudadores y los países más pobres. Por su parte, el PNUD afirma que con el 10% de la suma recaudada sería posible proporcionar atención sanitaria a todos los habitantes del planeta, suprimir las formas graves de malnutrición y proporcionar agua potable a todo el mundo, y que con un 3%, se conseguiría reducir a la mitad la tasa de analfabetismo presente en la población adulta, universalizando asimismo la enseñanza primaria.

Existe una mundo financiero cada vez más lejos de la economía real: Cada día se negocian 4 billones de dólares en operaciones en divisas de las que tan solo un 2% están asociadas a operaciones comerciales. La mayor parte se concentra en las operaciones de alta frecuencia, realizadas por grandes intermediarios y totalmente programadas que hacen mover ese dinero incluso varias veces a lo largo del mismo día. La actividad va creciendo pero se concentra cada vez más en operaciones de alto riesgo, meramente especulativas y como hemos dicho, alejadas de la economía real.
Espero que os sumeis a la campaña Mundial de Intermon-Oxfam, que aunque parte de una propuesta modesta, puede ser un primer paso para plantearnos otras medidas, como la Tasa Tobin. Si esta campaña fracasa y somos incapaces de gravar el 0,05 % a los capitales especulativos, apaga y vamonos. A veces hablar de diferencias tan bestiales, hace que tomemos distancia con la realidad , porque nos parece irreal. No puede continuar ocurriendo.

¡¡¡Por lo menos que no sea por no intentarlo.!!!

Os dejo el enlace para sumaros individualmente o colectivamente a la campaña mundial:

https://www.intermonoxfam.org/ca/page.asp?id=3819&cap=1103Actua-04-FirmaRH

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