El día que hice Pipi con los Niños Cantores de Viena

Si la caida de Constantinopla a mano de los turcos conllevó el fin del Imperio Romano y el fin de la Edad Media; si la caida de las Torres Gemelas en Nueva York escenifica la entrada en el siglo XXI; la escena vivida en el aeropuerto de Madrid el día 3 de Abril escenifica ...que ya estamos aquí.

La escena en cuestión es que estaba en el lavabo del aeropuerto haciendo pipi, y de repente aparecen 20 crios que hablaban muy raro, todos ellos vestidos de marineritos con ganas de hacer pis. Eran, ni más ni menos, que ¡¡¡los niños Cantores de Viena!!! que están de gira por España. Cantar no sé como cantan, pero supongo que nadie puede decir que ha hecho pis con todos ellos.

Esta anecdota es el colofon de un viaje a la Antartida en que ha habido de todo un poco y recordaré (como hago siempre) las cosas positivas. Desde aqui agradezco a mis compis de viaje Laura, Yolanda, Ruben (con cara de Javi), Javi (con cara de Ruben), Antonio, Maria, Jorge; Raquel, Dani, Bruno... el hacer viaje más ameno; como gente como mis papis que hicieron de canguros de Pumuki y Picatxu; Luisa, Meri y mi suegra que vienieron a dejarnos y llevarnos del aeropuerto; Vane, Jordi, Maria y Maribel que nos dejaron la ropa de nieve y en general a todos los que os vais a chupar los dos horas de monotonas fotos sobre pinguinos e icebergs (el que avisa no es traidor) que traemos.

He retornado a Barcelona y me he encontrado mucho curro (parece que ahora también llevaré Movistar); una polemica por un trasvase temporal de agua (que todavia no he entendido); al Bono que no toca en U2 de presidente de Congreso de los Diputados (para alegria de los del Polonia); un record en la Encuesta de Marzo del Blog sobre el mamonazo que se hacia fotos con los gatos muertos (¡¡¡que crueles habeis sido algunos de los encuestados con ese gilipollas!!!); pocas horas para dormir (culpa integramente mía y de mi poca cabeza); con el Espanyol que en mi ausencia le han metido 7 goles a cero; en mi secta (EUiA)como ya es habitual en los ultimos años, tirandose los trastos por la cabeza; dos capazos de ropa por lavar (con el Kalia agotado) y nada en la nevera.

El aterrizaje no es ni será...suave